El peeling químico consiste en la aplicación de una sustancia química sobre la piel con el objetivo de producir la descamación del estrato córneo (capa más superficial de la epidermis) y producir un remodelado de la piel con el que se mejoran diversas alteraciones. Se trata de uno de los procedimientos con fines estéticos más frecuentemente utilizado, ya que se puede obtener una importante mejoría de la calidad de la piel tratada tras un breve y, en algunos casos, muy leve periodo de recuperación.
Los peelings químicos se clasifican de manera clásica en superficiales, medios o profundos según su nivel de acción. Además, dependiendo del principio o principios activos presentes en el peeling, los mecanismos de acción serán diferentes.
¿Cuáles son las indicaciones del peeling?
Las principales alteraciones que podemos tratar con los peeling químicos son:
Manchas
Hiperpigmentación postinflamatoria
Fotoenvejecimiento
Ojeras
Acné
Rosácea
Cicatrices, entre otras.
Contraindicaciones
Embarazo y lactancia.
Infecciones activas de la piel, como herpes activo o acne inflamatorio.
Predisposición a la formación de queloides o cicatrices hipertróficas.
Enfermedades autoinmunitarias.
Uso reciente de isotretinoína (menos de 6 meses)
Piel bronceada o expuesta recientemente al sol
Trabajos o funciones laborales o de recreación bajo el sol
ESTE TRATAMIENTO REQUIERE EVALUACIÓN PREVIA A SU REALIZACIÓN